PUERTO CORTÉS. El 12 de mayo de cada año se conmemora el Día Internacional de la Enfermería y en Los del Puerto deseamos homenajear a nuestras enfermeras y enfermeros porteños que lastimosamente fallecieron por la COVID-19.
Con la llegada de la pandemia mundial, el área de la salud ha cobrado mayor importancia a la que tenía anteriormente.

Los y las enfermeras no se quedan atrás, su encomiable labor y entrega ha sido notoria desde que se decretó la emergencia, tal es así que muchos y muchas han entregado su vida en esta lucha por el pueblo hondureño.
Puerto Cortés ha sido golpeado fuertemente por la COVID-19 y muchos de sus mejores hijos han partido, entre ellos algunos enfermeros que estuvieron en primera línea.
Los del Puerto brinda un especial homenaje a los y las enfermeras que ya no están con nosotros.
¡Agradecemos su valentía, su coraje y su dedicación!
Enfermeras y enfermeros porteños que fallecieron por COVID-19


La enfermera Ruth Madrid falleció en noviembre del 2020. Laboró en el Hospital de Puerto Cortés y en los triajes del Comité De Emergencia Municipal CODEM.
Fue muy conocida en la ciudad porteña por su don de servicio.


Porteña de nacimiento y una excelente enfermera, Eda García Rubio falleció en febrero del 2021 debido a su contagio de la COVID-19.
Fue una profesional entregada al servicio de los demás y una hija y madre única.


Ludwing Tobar falleció el 4 de marzo del 2021. Era auxiliar de enfermería y lastimosamente se contagió de la infección mientras laboraba en un centro asistencial de Puerto Cortés.
Sus familiares y amigos cercanos lo llamaban de cariño Ludwito. Siempre fue un joven entregado a su trabajo y desde que inició la pandemia en el país estuvo en primera línea de batalla en el Hospital de Área de la ciudad porteña.
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El por qué de la festividad
El Día Internacional de la Enfermería se celebra cada 12 de mayo en conmemoración del nacimiento de Florence Nightingale, considerada la madre de la enfermería moderna.
Entre 1853 y 1856 tuvo lugar la llamada guerra de Crimea, en la que se enfrentaron el imperio ruso contra una coalición de países que incluía a Reino Unido, Inglaterra y al Imperio Otomano.

Durante el conflicto muchos soldados fueron heridos y murieron porque no había nadie para tratarles.
En ese momento, una enfermera llamada Florence Nightingale se ofreció como voluntaria para ir al campo de batalla a cuidar de los soldados heridos y salvar vidas.
Florence Nightingale se estableció en el Hospital Barrack, Scutari y desde allí reformó los servicios de atención médica y de enfermería.