PUERTO CORTÉS. Nuevamente voceros de Hernández han traído el tema de las ZEDES o ciudades modelo a la luz pública en Honduras, esperando la aceptación de la población.
Zonas de empleo y desarrollo económico son parte del experimento que ha impulsado Juan Orlando desde que era presidente del Congreso Nacional, encontrando una ferrea resistencia en la población.

Estas regiones especiales tendrían leyes extranjeras y jueces extranjeros dentro del territorio nacional lo que deja en evidencia una clara violación a la soberanía nacional.
El ministro de la presidencia, Ebal Díaz se ha valido de la crisis del país para promoverlas como la solución inmediata a los problemas nacionales.

El rechazo generalizado no se ha hecho esperar.
Este inconformismo se ha hecho notar más en redes sociales donde los hondureños expresan su desaprobación y falta de confianza en el actual regimen a quien culpan de todo lo malo que azota al país.
El plan del gobierno orlandista se inspira en el éxito financiero de lugares como Hong Kong.
En este país precisamente han adaptado muchas de sus normas a los intereses empresariales extranjeros.

Honduras es un país con una débil institucionalidad que no goza de la credibilidad de su población y que tiene un sistema legal deficiente donde el 95% de los crímenes quedan impunes.
Con todo esto, instalar las llamadas ZEDES solamente incrementaría la brecha de injusticia social.
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En caso de instalarse las ZEDES o ciudades modelo en Honduras solamente favorecería a las mismas minorías que ya bastantes beneficios tienen.t
En tanto que el grueso de la población no podrá darse el lujo de vivir en esas comunidades seguras y convenientes.
Más bien, seguirán enfrentándose a la extorsión, corrupción y a la asfixiante burocracia que desgasta al país.

El plan de las ZEDES está inequívocamente diseñado para las grandes multinacionales pero no hay garantías de que los más pobres sean beneficiados.
Por otra parte, expertos en el tema coinciden en que darle tanto poder a inversionistas extranjeros en las ZEDES en Honduras es una invitación al Neocolonialismo.
Pese al rechazo unánime de la población a esta propuesta, en el año 2013 con Juan Orlando Hernández como presidente del Congreso Nacional se aprobó la legislación para implementarlas.